EL FRAUDE DE LA GRIPE AVIAR REGALÓ 98 MILLONES A LAS FARMACÉUTICAS

EL NEGOCIO DEL MIEDO

Los gobiernos que presionan y pagan para por vacunarse no son gobiernos, son comerciantes. 

                                                                El negocio del miedo


Once años después de la estafa de la Gripe Aviar 2010, han vuelto a repetir la jugada con el Covid-19. Esta vez la estafa ha estado mejor elaborada y la han llevado a término hasta sus últimas consecuencias. En 10 años han tenido tiempo suficiente para que el pueblo olvide el escándalo que motivó la "gripe aviar" , a la vez que le ha servido para planificar al detalle el engaño y subsanar los errores cometidos. Hay que reconocer que sus técnicas las han mejorado, pero la batalla aún no la tienen ganada. Detrás hay mucha gente empujando para que se sepa la verdad.

A los que tenemos juicio y los ojos abiertos, nos llaman "negacionistas" y nos desacreditan.

Tienen miedo de que su corrupción salga a la luz y el corporativismo y el apoyo que muchos médicos facinerosos les han ofrecido a cambio de todo tipo de favores, económicos y profesionales.

Y no solo han sido apoyados por los médicos, existen muchos otras Instituciones y lobbies, como:

  • Todos los partidos políticos sin excepción.
  • Las Consejerías de Salud de todas las comunidades, que firmaron los protocolos de la vergüenza de las residencias y que originó la muerte de 30.000 ancianos.
  • Los Gerentes de las Residencias públicas y concertadas explotadas por Fondos buitres.
  • Los Colegios de Médicos.
  • Los Centros hospitalarios.
  • Los responsables de la enseñanza , profesores de colegios e institutos que han seguido sus normas a rajatabla con los menores y los jóvenes.
  • Los jueces que han desestimado el 98 por ciento de las denuncias de las familias que han presentado demandas judiciales contra las muertes ocurridas en residencias.
  • Todos los medios de comunicación, tanto de derechas como de izquierdas.
  • Y finalmente la Iglesia, a través de su más alta Jerarquía, El Papa Francisco.

Luisa Vicente

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