EL NEGOCIO DE LA BIG FARMA ESPAÑOLA EN SU 2° AÑO

Segundo año de pandemia
Lo que el covid da y el covid quita al negocio de las farmacéuticas españolas.

El presidente Pedro Sánchez, visitó la planta de Rovi en Madrid en noviembre de 2020.

Los beneficios de las siete grandes del sector caen un 4,8% respecto a 2020, pero siguen aún un 15% por encima de las ganancias de 2019

Almirall y Oryzon llegaron a septiembre con pérdidas, mientras Rovi triplicó sus resultados positivos gracias a la vacuna de Moderna.

Las grandes multinacionales farmacéuticas han encontrado en el covid-19 el becerro de oro, que en su caso equivale a un volumen de negocio por encima de los 65.000 millones de euros este año. Los casi 6.000 millones de vacunas vendidas en todo el mundo han disparado los beneficios de Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca. Mientras, su cotización en Bolsa vuela cada vez que anuncian la necesidad de una nueva dosis o la inminente aprobación de una posible cura. También cuando aparece una nueva variante del virus.

En cambio, para la industria farmacéutica española el panorama no da para tanta euforia. Sólo dos de las grandes del sector que cotizan en Bolsa han firmado acuerdos con las creadoras de las vacunas para fabricar dosis en España: Rovi y Reig Jofre. Pero sólo una de ellas, la primera, está produciendo viales. Otras dos, Grifols y Pharma Mar, elevaron en 2020 su facturación gracias a las pruebas –antígenos, anticuerpos, PCR– para detectar el coronavirus, pero el aumento de la competencia ha rebajado los precios, hundiendo las ventas este año, al menos en el caso de la compañía gallega.

Aun así, la patronal del sector, Farmaindustria, aseguraba el pasado junio que las exportaciones de las farmacéuticas españolas habían crecido un 5,6% respecto a 2019, rozando los 12.800 millones de euros.

Las siete farmacéuticas del Íbex 35 facturaron en los nueve primeros meses del año un total de 4.266,5 millones de euros –Grifols sólo ha publicado datos del primer semestre–, lo que supone un descenso en su volumen de negocio del 1,17% respecto del mismo periodo de 2020. Aunque la cifra supera en un 9,98% la de 2019, antes de la pandemia. Hasta septiembre, sus beneficios suman 496,7 millones de euros, un 4,8% menos que el año pasado, pero un 15,47% más que en 2019.

Además, si en el ejercicio prepandemia las siete farmacéuticas llegaron a septiembre con ganancias, en el mismo mes de 2020 ya había una, Oryzon Genomics, que lucía números rojos –2,26 millones de euros– y en el de este año son dos las que tienen pérdidas: otra vez Oryzon –2,6 millones– y Almirall, que registra un resultado negativo de 39,4 millones.

La vacuna triplica los beneficios de Rovi

Pero si hay un ganador claro gracias a las vacunas ése es Rovi, que hasta septiembre ha facturado 463,5 millones de euros y ganado 98,93 millones. Es decir, ha aumentado sus ingresos un 71,16% respecto al mismo periodo de 2019 y más que triplicado sus beneficios prepandemia.

Y lo ha conseguido gracias al acuerdo que ha firmado con Moderna para producir su vacuna de ARN mensajero en las instalaciones que posee en Madrid y Granada. Que la vacuna ha sido un estupendo negocio para Rovi lo demuestra que este año ya ha repartido un dividendo sobre los beneficios de 2020 que aumenta en un 118% el distribuido con cargo a los del ejercicio anterior. Y que su cotización en Bolsa se ha triplicado desde enero de 2020.

Es más, en lo que va de 2021 Rovi ya ha revisado dos veces sus previsiones de crecimiento anuales, que finalmente sitúa entre el 40% y el 45%. En 2022, la farmacéutica calcula que seguirá mejorando hasta un 10%; en cualquier caso, por encima del 5,1% que medrará el gasto farmacéutico en España, según presume la empresa en su último informe financiero trimestral.

En cambio, la relación de la vacuna con Reig Jofre está resultando agridulce. El laboratorio firmó con Johnson & Johnson para encargarse de la formulación, llenado y envasado del inyectable de Janssen en una nueva planta en Barcelona donde ha invertido 10,9 millones de euros. La producción debería haberse iniciado en junio. Sin embargo, a día de hoy aún no ha empezado la tarea. Según eldiario.es, la empresa ya ha despedido a siete empleados de la fábrica barcelonesa. Problemas en la “compleja” transferencia tecnológica necesaria para trasladar el proceso es el motivo apuntado por ambas partes para explicar el retraso. La incertidumbre se ha mudado al parqué, donde Reig Jofre ha caído casi un 40% desde julio, cuando anunció la demora.

Aun así, en los nueve primeros meses del año, el laboratorio catalán ha aumentado un 2% su facturación respecto a 2020 y un 17,7% en comparación con septiembre de 2019. Sin embargo, este ejercicio sus beneficios han caído un 4% respecto a los de 2020. En España, sus ventas también han disminuido un 3%. Y es que, con la pandemia, los ingresos por antibióticos y medicamentos de venta libre respiratorios se han reducido más de un 20%.

La tercera empresa española que ha firmado un acuerdo para producir vacunas es la gallega Zendal, que tiene previsto fabricar la estadounidense Novavax en la plata de su filial Biofabri en O Porriño (Pontevedra). Novavax acaba de ser autorizada hace apenas unos días por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

Además, la argentina Insud Pharma fabrica en su planta de Azuqueca de Henares (Guadalajara) las vacunas de AstraZeneca. En total, en España se han fabricado unas 220 millones de dosis de ARN mensajero –Pfizer y Moderna–y 160 millones de adenovirus –AstraZeneca–, de acuerdo con las cifras facilitadas en el Congreso por la directora de la Agencia Española del Medicamento (Aemps), María Jesús Lamas, el pasado 29 de noviembre.

En todo el mundo, las grandes farmacéuticas han firmado unos 300 acuerdos con un centenar de empresas para que produzcan vacunas en más de 30 países.

Grifols: 66 millones por las pruebas del coronavirus

Estas tres empresas españolas con acuerdos con firmas extranjeras tienen en común su menor tamaño. Frente a ellas, las grandes del sector, como Almirall y Grifols, han permanecido lejos de la primera línea contra el virus. Esta última, especializada en derivados de la sangre, facturó hasta junio 2.536,6 millones de euros, cinco veces más que Rovi. Sus beneficios ascendieron a 266,8 millones de euros. Aunque esa cifra de ingresos equivale a una caída del 5,3% respecto al primer semestre de 2020, Grifols ha ganado un 22,3% más que entonces, cuando repitió el resultado de 2019.

Su única relación con el covid-19 han sido las pruebas de diagnóstico, de las que ha vendido unidades por valor de 66 millones de euros este año. Gracias a esos ingresos, la división Diagnostic de la empresa ha aumentado su facturación un 16,3% hasta junio.

El volumen de negocio de Almirall –620,7 millones de euros– también ha sufrido un recorte este año. Aunque apenas del 0,14%. Pero sus ganancias han sufrido un descalabro considerable, al pasar de los 57,1 millones de euros en que terminaron los primeros nueve meses de 2020 a unas pérdidas de 39,4 millones en el mismo periodo de 2021. Almirall, especializada en productos dermatológicos, atribuye el deterioro al recorte en 69 millones del valor contable de un fármaco contra el acné, así como a los 12 millones que pagó por una opción de compra de una empresa que finalmente no ejecutó.

Otro ejemplo de los efectos colaterales de la ola del covid es Faes Farma. Debido a las restricciones, las visitas al médico se han reducido al mínimo, por lo que también se prescriben menos medicamentos. También se han llevado a cabo menos operaciones quirúrgicas, la atención a los enfermos crónicos se ha resentido al tiempo que se retrasa el inicio de nuevos tratamientos. Y las cuentas de las farmacéuticas lo están notando. Así, el consumo del producto estrella de Faes Farma, un antihistamínico, se ha hundido durante la pandemia. Además su precio en Japón, el principal mercado de la empresa, cayó un 6,3%, mientras que en España perdió la patente, lo que se tradujo en una bajada del 45% en su precio.

Hasta septiembre de este año, Faes Farma ha facturado 320,87 millones de euros, un 1,5% más que en 2020 y un 11,5% más que en 2019. Los beneficios han subido más: un 11,3%,hasta los 71,13 millones respecto a 2020 y un 22,2% respecto a 2019, gracias a la mejora del negocio en Latinoamérica y a que han licenciado el antihistamínico en Estados Unidos.
Ensayos clínicos

Pharma Mar, otra de las pequeñas, también fabrica pruebas de diagnóstico del covid-19. En 2020 ingresó gracias a ellas un total de 7,89 millones de euros. Pero este año su drástica caída de precios ha hundido la facturación por este concepto, hasta quedar en sólo 434.000 euros. 

Pharma Mar, que desarrolla sus fármacos a partir de organismos marinos, ha invertido 10 millones de euros en el desarrollo de la plitidepsina para el tratamiento del covid-19. Hasta septiembre de este año su volumen de negocio ascendía a 143,94 millones de euros, con un recorte considerable respecto a 2020, un 35%. También se ha resentido el beneficio, que ha caído un 58,27%, hasta los 54,7 millones de euros.

La evolución de Pharma Mar en Bolsa es ilustrativa de los condicionantes del sector farmacéutico. En febrero pegó un rebote que le hizo escalar casi un 45% cuando anunció que Reino Unido autorizaba el ensayo en pacientes de su medicamento contra el covid. Pero desde entonces su valor no ha hecho más que caer. En estos momentos ha perdido un 54%, por lo que su cotización se encuentra por debajo de la que tenía antes de estallar la pandemia.

En España se están desarrollando en estos momentos 146 estudios clínicos sobre covid-19, según Farmaindustria. La catalana Hipra, especializada en vacunas de uso veterinario, es la única empresa española que está ultimando un inmunógeno de investigación propia, pero aún se encuentra en fase II; es decir, se intenta dilucidar si es seguro y eficaz.

Comentarios