POR QUÉ HA SIDO TAN FÁCIL VENDERNOS LA PANDEMIA DEL COVID
Ahora estoy entendiendo por qué la Gripe Aviar, el Sida, la Hepatitis B y otras intentonas de los Monopolios Farmacéuticos no prosperaron como ha sucedido con la pandemia del Covid-19.
Nadie puede creer que 7.8 billones de personas obedecieran ciegamente todas y cada una de las órdenes injustas y contradictorias que nos exigían, a pesar de que muchas de las rutinas adoptadas se demostraron inútiles, cuando no superflúas y hasta perjudiciales para nuestra salud y la de nuestros hijos.
Cuando refiera el potencial destructivo a nivel mental que tiene la Ingeniería Lingüística, técnica que se practica desde la segunda Guerra Mundial aplicada magistralmente por Adolf Hitler como táctica de guerra psicológica, entenderemos lo fácil que les resultó:
- Permitir que nos aterrorizaran.
- Encerrarnos en nuestras casas durante semanas.
- Echar la persiana a nuestros negocios.
- Consentir que nos arruinaran.
- Dejar que destruyeran la economía y quebrar miles de empresas, negocios familiares y autónomos.
- Soportar la mascarilla todo el día y sufrir hipoxia, ahogo, y dermatitis en la cara.
- Dejar de hacer deporte.
- Apartar a nuestros seres queridos, incluso a nuestros padres, aunque estuvieran enfermos y necesitados de nuestra atención y cuidados.
- No despedir a nuestros difuntos.
- Acatar el distanciamiento social.
- Tener a nuestros niños encerrados sin poder socializar con otros niños.
- Impedirles ir a jugar al parque.
- Dejar perder nuestros derechos y libertades constitucionales.
- Permitir una censura extrema.
- Obedecer leyes inconstitucionales e injustas.
- Estar geolocalizados en todo momento.
- Tolerar que nos discriminen y ser ciudadanos de segunda a quienes desobedecen sus reglas.
- Aceptar restricciones a nuestra movilidad.
- Dejar aparcada la diversión y el ocio.
- Obedecer la prohibición de viajar con libertad.
- Dejar de sociabilizar con nuestro círculo de amigos.
- Sucumbir al acoso y a la coacción y vacunarnos con un experimento génico con efectos adversos que van de moderados a graves e irreversibles. Lo que equivale a que el 80% de la población jugó con su vida a la ruleta rusa.
- Creer en un Gobierno que ha puesto por delante el lucro de la Big Pharma antes que nuestra seguridad. Existe una transferencia de riesgo en las vacunas que va desde un nivel bajo hasta el irreversible, sin embargo ninguna Autoridad responsable de la compra de vacunas, exigió a las Farmacéuticas una contrapartida compensatoria a las víctimas por sus efectos, indemnizaciones, subsidios, seguimiento sanitario.
Lo hicieron tan bien, que lograron imponer la pandemia sin trabas ni objeciones a 7,8 billones de personas convenientemente domesticadas.
Nunca jamás se había encontrado un arma tan poderosa para el control de masas como la Ingeniería Lingüística. Un arma que tiene la finalidad de manipular nuestra mente y fijar creencias que originan unas determinadas respuestas emocionales.
Estamos en un momento de la historia único y peligroso, porque la Ingeniería Lingüística actúa a unos niveles de control social difíciles de imaginar.
Somos animales emocionales más que seres inteligentes. Nuestras respuestas emocionales las toma el cerebro límbico mucho antes que lleguen al cerebro lógico, por eso el lenguaje tiene el control sobre nuestra voluntad y nuestras decisiones. Esto lo saben desde hace mucho tiempo.
Hoy la enseñanza está basada en creencias, no en saberes. Se nos dan hipótesis, ideas por tanto, y se nos venden como verdades cuando en realidad son ideologías. Cuando las creemos estamos perdidos. Para nuestro inconsciente todas las creencias son ciertas, por eso los más reticentes en esta pandemia, son las personas con formación universitaria. Tienen toda la enseñanza introducida en vena en el nivel de las creencias.
Hay una salida para esto: desprogramarse.
Quien tiene el control de las emociones tiene el poder.
Os recomiendo veais los videos de Carmen Giménez Huertas en Youtube.
Luisa Vicente
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