HOLOCAUSTO 2. SANIDAD SEDÓ EN CASA A LOS ANCIANOS

Sanidad sedó en casa a los ancianos con Covid "con pronóstico de vida limitado"


Por la deriva que está tomando la legislación española con los ancianos, enfermos y dependientes en materia de salud, parece que el Gobierno no ha tenido  suficiente con el asesinato de 30.000 ancianos en las residencias en el inicio de la pandemia. El Ministerio de Sanidad ha difundido un protocolo muy preocupante bajo el eufemismo "Manejo en domicilio de pacientes al final de la vida que requieran sedación paliativa en el contexto de la pandemia por Covid-19 con pronóstico de vida limitada."

El documento muestra una intención clara  de proteger de toda sospecha a las residencias que cometieron las mayores irregularidades en el cuidado de ancianos. Dicho protocolo autoriza a sedar a los ancianos en sus casas, igual que hicieron en las redidencias, pero confiriendole una mejor apariencia para evitar demandas judiciales.  El documento establece los criterios para dar "los cuidados paliativos en el domicilio de los enfermos" lo  que viene a indicar que autoriza a hacer la eutanasia en su casa, pero no para evitar su sufrimiento, ssino con la intencionalidad mercantil de restar recursos a  los  servicios paliativos  hospitalarios.

Por otra parte, haber dado carpetazo a todas las demandas presentadas en Fiscalía por las familias de los fallecidos en residencias  ha  protegido a los Directores de las Residencias, muchos nombrados a dedo por políticos que invierten en el negocio del cuidado de la tercera edad, y también a los Fondos de inversión que se lucran con su gestión. "Casualmente" muchos Directores de residencias desaparecieron de su puesto de trabajo, abandonaron el barco y  dejaron a al personal de enfermería desasistido y sin órdenes  concretas en una situación tan difícil. La mayoría de ellos abandonaron su puesto de trabajo y desaparecieron hasta que pasó el tsunami del coronavirus. Esta dejadez de funciones no tuvo consecuencia alguna, ni impidió que siguieran cobrando sus buenos sueldos durante el tiempo que " estuvieron ilocalizables."

Hablamos por tanto de un protocolo  discriminatorio con las personas dependientes en situación de pobreza severa, grupos que  han estado siempre seleccionados en  las limpiezas étnicas  a lo largo de la historia desde la época de los espartanos. 

Por supuesto la eutanasia no está reservada a los ricos, ellos y sus familiares se benefician  de los cuidados paliativos  cuando les llegue su hora, porque igual que todos no son  inmortales. 

Hasta aquí mi comentario.

Luisa Vicente

La noticia fue publicada en El Mundo y la describo textualmente. Al final está el enlace. 

En pleno debate sobre la situación de los ancianos en las residencias, una cuestión en la que el Gobierno trata de diluir su responsabilidad, el departamento de Salvador Illa admite en la guía que «un número alto» de los pacientes son «personas de edad avanzada en situación de fragilidad avanzada y comorbilidad» que pueden ser atendidos en sus casas, en el final de la vida. Ancianos  «en los que es posible establecer un mal pronóstico a corto plazo, según Sanidad, que no les hace susceptibles de beneficiarse clínicamente ni de mejorar su pronóstico de vida a través de la atención en medio hospitalario». Es por ello, dice el documento, que se consideran «candidatos a incluirse en un programa de cuidados paliativos a domicilio que asegure un adecuado control de síntomas».

Sanidad explica que el objetivo «no es adelantar la muerte, sino controlar los síntomas bajando el nivel de conciencia»

El Ministerio reconoce que si bien «la sociedad, la ciencia, los profesionales sanitarios y, por supuesto, las administraciones y los poderes públicos, han de dar respuesta a las necesidades de estos pacientes, incluida la atención en el domicilio, garantizando la dignidad a final de sus vidas» «la actual situación de pandemia no siempre va a permitir dar respuestas determinantes y definitivas».

Sedación paliativa

La guía avisa que algunos de estos pacientes pueden tener síntomas que precisen de un «tratamiento estricto», lo que incluye la «sedación paliativa», para lo que se precisará del consentimiento del paciente o sus familiares.

El Ministerio señala que esa sedación «va a ser en muchos casos la única estrategia eficaz para mitigar el sufrimiento de los pacientes con Covid-19 al final de su vida» y aclara que su objetivo «no es adelantar la muerte, sino controlar síntomas físicos o psíquicos cuando éstos solo pueden ser controlados con la disminución del nivel de conciencia».

«La sedación paliativa, cuando está bien indicada, autorizada por el paciente (o por la familia cuando éste no pueda) y bien realizada constituye una buena práctica médica y es ética y deontológicamente obligatoria», dice Sanidad y añade que «se puede realizar en el propio domicilio del paciente con los mismos niveles de seguridad y eficacia que en el hospital».

Sanidad se justifica en que «aunque la situación está mejorando, pueden surgir repuntes»

El Gobierno afirma asimismo que las recomendaciones del documento están sometidas a «revisión» según «la evolución de los acontecimientos y a sabiendas de que los criterios no son inamovibles, con el propósito de que las autoridades competentes las difundan y les den el respaldo que consideren más apropiado». Es decir, atribuye en último término a las comunidades autónomas la implementación de las directrices, que van dirigidas a los sanitarios de Atención Primaria.

El Ejecutivo justifica la guía en que «aunque la situación epidemiológica está mejorando en España, no deja de ser probable que al igual que en otros países, puedan surgir repuntes». Por ello, ha considerado «de interés» establecer «una serie de recomendaciones básicas que puedan resultar de utilidad en el manejo de la sedación paliativa en domicilio en tiempos de pandemia».

«Pronóstico de vida limitado»

Entre la «población diana», Sanidad estima «a priori» los pacientes con coronavirus que pueden tener peor pronóstico a corto plazo. Entre ellos, pacientes oncológicos en fase avanzada cuya situación ha empeorado por el Covid. También otros, sin cáncer, pero «en fase avanzada» de «su enfermedad» y con «pronóstico de vida claramente limitado», con infección por coronavirus confirmada o «con sospecha» «que no han respondido a los tratamientos administrados o en los que se considera que esos tratamientos no van a aportar beneficio alguno». En ambos casos, si el paciente así lo indica, «habría que indicar la sedación paliativa», concluye Sanidad, que insiste en que es «la única estrategia eficaz para mitigar el sufrimiento ante la presencia de una disnea (falta de respiración) refractaria o de otros síntomas igualmente refractarios».

El documento establece además los «criterios para la atención» en el domicilio, como el permiso por parte del paciente o su representante, que éste tenga «un cuidador principal», que «se garantice una asistencia continua y de calidad» y que la vivienda permita unas «condiciones de aislamiento y salubridad adecuadas».

Sanidad aconseja además la comunicación con la familia, ante la que se debe «plantear el domicilio, si está de acuerdo, como el lugar más adecuado de cuidados». «Se debe garantizar una valoración integral y multidisciplinar que asegure la atención psicoemocional, espiritual y apoyo a la familia», apunta también.

Morfina de primera elección

A continuación, expone el protocolo para el suministro de los fármacos sedantes, entre los que destaca la morfina como «medicamento de primera elección».

En las últimas semanas, el Gobierno ha negado su responsabilidad en un asunto polémico, la no derivación de ancianos en residencias a los hospitales. Ello, pese a que, el 19 de marzo, el vicepresidente social, Pablo Iglesias, asumió el mando único de los servicios sociales. El dirigente de Podemos ha tratado de diluir su papel atribuyendo esas decisiones a las comunidades autónomas. Según las órdenes dictadas en el estado de alarma, el Ejecutivo, en cambio, estaba al tanto de lo que ocurría en los centros y debía actuar en caso de que pidiesen auxilio.

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