LA EUGENESIA NO ACABÓ CON LOS NAZIS

                                                             LA EUGENESIA NO ACABÓ CON  LOS NAZIS


La idea de segregar y eliminar a los que no cumplan ciertas características no es ninguna novedad. 

Como dice Martín Puerta, profesor de Filosofía Moral en la Universidad de San Pablo en Madrid, creer que las aplicaciones eugenésicas nacieron al calor de las tendencias totalitarias de la época es un error. Su origen es anglosajón. Gran Bretaña y EE.UU fueron pioneros, junto a otros países liberales- socialdemócratas en  promover   y promulgar  las primeras leyes para esterilizar a personas indeseadas, pobres, alcohólicos, enfermos y  negros.

La frase " Eir Stephen nicht allein" ( no estamos solos) escrita en un cartel donde figuraban las banderas de doce países que habían promovido legislaciones en tal sentido, dejaba claro que la ley de esterilización de estos dos países no era la única en vigor.

Raramente las prácticas eugenésicas en los países latinos tuvieron aceptación. Su cultura religiosa mucho más acentuada y distinta  que en los países anglosajones hizo impensable eliminar a las personas por ciertas características étnicas o relacionadas con una determinada  posición social.

Otra equivocación es creer que una vez acabada la segunda guerra mundial en 1945, tales prácticas pasaron a ser parte de la historia como una pesadilla irrepetible, al contrario las legislaciones eugenésicas prosiguieron en vigor,  nunca desaparecieron, tampoco en la actualidad, muy al contrario. La única diferencia es que el término incómodo de " eugenesia" o "higiene social"  dejó de utilizarse en los años 50 para cambiarse por " prácticas terapéuticas" , Planificación Familiar, o eufemismos parecidos que encubren  procedimientos que tienen  las mismas implicaciones que la eugenesia, es decir el desprecio a la vida de ciertos grupos y personas. 

En la normalización de la eugenesia intervienen tres elementos esenciales que hace que ésta sea aceptada socialmente sin ningún rechazo y forman parte del aparato de la legalidad :

  • Los partidos  políticos que  votan   las leyes eugenésicas en los Parlamentos.  
  • El poder legislativo que  redacta las leyes.
          El Poder ejecutivo que  las pone en práctica.
          
          Y el Poder Judicial que vela por que se cumplan y aplicará las sanciones cuando sea necesario.
  • Y por último 'los clérigos de bata blanca" que llevan  a la práctica diversas técnicas para  eliminar a personas segregadas que no interesan,  incurriendo en abortos, eutanasias, la suspensión de tratamientos médicos a partir de cierta edad,  la modificación genética etc. 
En relación con el  aborto,  algunos países van mucho más allá y se lucran con  la venta de partes de  fetos abortados de hasta 7 meses de gestación ( aunque sea ilegal) que venden a buen precio a diferentes empresas y laboratorios. Cito el  negocio de trocear bebes abortados, protagonizado por la Multinacional del aborto  Planned Parenthood, allá por el 2014. La Multinacional, con 600 centros abortistas en EEUU y asociaciones en 189 países,  vendía sin el consentimiento de las madres, órganos de sus bebés abortados, materia cerebral, piernas, pulmones, ojos, corazones, riñones y hasta brazos. Era un mercado abierto a empresas de investigación y laboratorios que pagaban  entre 30 y 100 dólares cada "pieza." Abbey Johnson, ex directora de una clínica de Planned Parenthood, explica en una entrevista: "Un cuerpo de feto intacto es considerado la perfección en el ámbito de investigación de tejido fetal... Aunque las partes desmembradas del cuerpo también estaban bien y eso es usualmente lo que vendíamos".

Unos videos grabados por unos periodistas que se hicieron pasar por representantes de un centro de investigación, plantearon  a  una de las  responsables de la Clínica comprar  supuestamente y acordaron  incluso  los precios. Cuando los videos salieron a la luz pública, los medios oficiales procuraron que el asunto pasara desapercibido, pero finalmente el Gobierno decidió cortarles gran parte  de las subvenciones públicas que  Planned Parenthood recibía. 
 
En cuanto a la modificación genética, algún  premio nobel de medicina de la historia reciente, como Francis Crick, eugenista y premio nobel de Medicina 1962,  entendía  que "ningún nacido ha de ser declarado humano hasta haber pasado ciertas pruebas acerca de sus dotes genéticas y si tales pruebas resultan fallidas pierde su derecho a vivir" 

La sociedad civil ha aceptado  sin resistencia la eugenesia contra los  más viejos y los menos útiles,  como un hecho  normal, gracias a campañas políticas contra la natalidad, que lo venden como medidas inevitables y necesarias en toda sociedad progresista. Al final han conseguido que todos pinten  en colores las miles de vidas que se pierden, mientras permanecen   sentados frente al televisor como si fuera una película de ciencia ficción.

Luisa Vicente




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